El «Mal de Ojo» es una creencia popular bastante viva hoy día, aunque no lo parezca. De forma resumida puede describirse como: “Una asimilación de energía dañina trasmitida por otra persona, ya sea provocado voluntaria o involuntariamente. Puede ocurrir que el provocador desconozca su propio poder y lo mas seguro es no sea consciente de sus propios deseos o envidias ajenas, pero eso no quiere decir que igualmente no sea el causante“, lo cual sucede debido a que “el ojo desde tiempos inmemoriales haya sido considerado como el principal transmisor de energías ya sean positivas o negativas del alma humana“.
O en otras palabras:
El Mal de ojo existe, es real y debemos prestarle la atención que merece. Todos tenemos alguien que no nos “mira bien” de ahí el término Mal de Ojo. Que no te miren bien significa que te miran mal, deseándote malas cosas, y siempre nace de un sentimiento de envidia y celos.
Es una cuestión de energía y de poder mental. Todos tenemos un enorme poder mental, para el bien y para el mal. Y si alguien proyecta mucha energía, muchos malos pensamientos, muchos malos deseos con mucha intensidad acabará llegándonos, en forma de mal de ojo.
Sus consecuencias pueden resumirse en: Insomnio, pesadillas y sueños negativos repetitivos, sobresaltos durante el sueño, pesadez y opresión en el pecho ya sea dormido o despierto, presión en la garganta o sobresalto al despertar, tensión nerviosa, falta de energía, depresión, mareos, confusión, náusas y vómitos e incluso ¡inapetencia sexual!. Afortunadamente para su cura existen varios remedios caseros, pero si no funcionan, algunas páginas güebs dicen que “te recomendamos que si lo que aquí te facilitamos no te da resultados, no intentes nada más y acude a un especialista“, son tan buenos que incluso facilitan el número de teléfono. Para ampliar información, se puede acudir a la Wikipedia o a esta página, por ejemplo. En una entrada anterior animamos a nuestros lectores a exponer sus razones para valorar, a favor o en contra, la creencia en «El Mal de Ojo» y sus remedios. A continuación exponemos las 10 razones que han resultado más convincentes. Leer más, aquí